Historia de la calidad:
CALIDAD EN LA ÉPOCA ARTESANAL
Los trabajos de manufactura en la época preindustrial, como eran prácticamente labores de artesanía, tenían mucho que ver con la obra de arte. El artesano ponía todo su empeño en hacer lo mejor posible cada una de sus obras cuidando incluso que la presentación del trabajo satisfaciera los gustos estéticos de la época, dado que la perfección de su obra dependía su prestigio artesanal. El juicio acerca de la calidad del producto tenía entonces como base la relación personal que se establecía entre el artesano y el usuario. Cuando alguien necesitaba de un producto, como podría ser una herramienta o un determinado vestido o traje, exponía sus necesidades al fabricante, quien lo elaboraba de acuerdo con los requerimientos establecidos por el cliente. Como eran trabajos “hechos a la medida”, el productor sabía de inmediato si su trabajo había dejado satisfecho al cliente, o no.
CALIDAD A PARTIR DE LA ÉPOCA INDUSTRIAL
Con el advenimiento de la era industrial esta situación cambio. El taller cedió su lugar a la fábrica de producción masiva, bien fuera de artículos terminados o bien de piezas que iban a ser ensambladas en una etapa posterior de producción y que, por consiguiente, eran reemplazables. El cambio en el proceso de producción trajo consigo cambios en la organización de la empresa. Como ya no era el caso de un operario que se dedicara a la elaboración de un articulo, fue necesario introducir en las fabricas procedimientos específicos para atender la calidad de los productos fabricados en forma masiva. Dichos procedimientos han ido evolucionando, sobre todo, durante estos últimos tiempos; lo cual ha sido a su vez ocasión para que se pusieran de relieve determinados matrices involucrados en el concepto de calidad.
En este proceso de evolución se distinguen cuatro diferentes etapas:
1950 – 1960. La etapa en la que se cuida la calidad de los productos mediante un trabajo de inspección
1950 – 1970. La etapa en la que se cae en la cuenta de que la atención a la calidad exige observación del proceso a fin de mejorarlo.
1960 – 1970. La etapa en la que, además del mejoramiento del proceso, se percibe la necesidad de asegurar el mejoramiento introducido.
1980 – 1990. Finalmente, la etapa en la que la administración misma redefine su papel con el propósito de que
la calidad del producto sea la estrategia a emplear para tener éxito frente a los competidores.
PRIMERA ETAPA: EL CONTROL DE LA CALIDAD MEDIANTE LA INSPECCIÓN
Esta etapa coincide con el periodo en el que comienza a tener mucha importancia la producción de artículos en serie. Ante esta situación era necesario ver si el artículo, al final de la línea de producción, resultaba apto o no,
para el uso para el que estaba destinado; por eso, en las fábricas se vio la conveniencia de introducir un departamento especial a cuyo cargo estuviera la tarea de inspección. A este nuevo organismo se le denomino departamento de control de calidad. La inspección no solo debe llevarse a cabo en forma visual, si no además con ayuda de instrumentos de medición. Bradford propone métodos de muestreo como ayuda para llevar a cabo el control de calidad, mas no fundamenta sus métodos en la estadística; habla además, de cómo debe organizarse el departamento de inspección.
SEGUNDA ETAPA: EL CONTROL ESTADÍSTICO DE LA CALIDAD.
Shewhart fue el primero en reconocer que en toda producción industrial se da variación en el proceso. Esta variación debe ser estudiada con los principios de la probabilidad y de la estadística. Observo que no pueden producirse dos partes con las mismas especificaciones, lo cual se debe, entre otras cosas, a las diferencias que se dan en la materia prima, a las diferentes habilidades de los operadores y a las condiciones en que se encuentra en equipo. Más aun se da variación aun en las piezas producidas por un mismo operador y con la misma maquinaria. La administración debe tomar en cuanto este hecho, relacionado íntimamente con el problema de la calidad. No se trata de suprimir la variación, - esto resulta prácticamente imposible-, si no de ver que rango de variación es aceptable sin que se originen problemas.
TERCERA ETAPA: EL ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD.
Se caracteriza por dos hechos muy importantes: la toma de conciencia por parte de la administración del papel
que le corresponde en el aseguramiento de la calidad y la implantación del nuevo concepto de control de calidad den Japón. Antes de la década de los cincuenta, la atención se había centrado en el control estadístico del
proceso, ya que en esta forma era posible tomar medidas adecuadas para prevenir los defectos. Este trabajo se consideraba responsabilidad de los estadísticos. Sin embargo, era necesario que quedara asegurado el mejoramiento de la calidad logrado: lo cual significaba que había que desarrollar profesionales dedicados al problema del aseguramiento de la calidad y que, más aun, había que involucrar a todos en el logro de la calidad. Todo lo cual requería un compromiso mayor por parte de la administración. Cuatro son ahora los autores más importantes que figuran W. Edwrads Deming, Joseph Juran, Armand Feigenbaum y Philip B Crosby.
CUARTA ETAPA: LA CALIDAD COMO ESTRATEGIA COMPETITIVA.
En las dos últimas décadas ha tenido lugar un cambio muy importante en la actitud de la alta gerencia con
respecto a la calidad debido, sobre todo, al impacto que, por su calidad, precio y confiabilidad, han tenido los productos japoneses en el mercado. Se trata de un cambio profundo en la forma como la administración concibe
el papel que la calidad desempeña actualmente en el mundo de los negocios. Si en épocas anteriores se pensaba
que la falta de calidad era perjudicial a la compañía, ahora se valora la calidad como la estrategia fundamental
para alcanzar competitividad y, por consiguiente, como el valor más importante que debe presidir
las actividades de la alta gerencia.
OPINIÓN:
La calidad como una herramienta de mejora ya que bien proyectada o propuesta nos brinda una oportunidad de mejorar la posición que se mantiene en el mercado además de que permite conocer la óptica del cliente quien es el único juez valido para certificar la calidad de un servicio o de un bien, los cuales pueden ser: la satisfacción, cero defectos, cumplimiento de requisitos etc., en realidad el comienzo de todo problema nace en la necesidad de mejorar, porque evaluar la calidad solo depende de la percepción de los clientes.
BIBLIOGRAFÍA
Mario Gutierrez, “Administrar para la calidad, conceptos administrativos del control total de calidad, México, Editorial LIMUSA, 2da edición 2003 pg.23-26
CALIDAD EN LA ÉPOCA ARTESANAL
Los trabajos de manufactura en la época preindustrial, como eran prácticamente labores de artesanía, tenían mucho que ver con la obra de arte. El artesano ponía todo su empeño en hacer lo mejor posible cada una de sus obras cuidando incluso que la presentación del trabajo satisfaciera los gustos estéticos de la época, dado que la perfección de su obra dependía su prestigio artesanal. El juicio acerca de la calidad del producto tenía entonces como base la relación personal que se establecía entre el artesano y el usuario. Cuando alguien necesitaba de un producto, como podría ser una herramienta o un determinado vestido o traje, exponía sus necesidades al fabricante, quien lo elaboraba de acuerdo con los requerimientos establecidos por el cliente. Como eran trabajos “hechos a la medida”, el productor sabía de inmediato si su trabajo había dejado satisfecho al cliente, o no.
CALIDAD A PARTIR DE LA ÉPOCA INDUSTRIAL
Con el advenimiento de la era industrial esta situación cambio. El taller cedió su lugar a la fábrica de producción masiva, bien fuera de artículos terminados o bien de piezas que iban a ser ensambladas en una etapa posterior de producción y que, por consiguiente, eran reemplazables. El cambio en el proceso de producción trajo consigo cambios en la organización de la empresa. Como ya no era el caso de un operario que se dedicara a la elaboración de un articulo, fue necesario introducir en las fabricas procedimientos específicos para atender la calidad de los productos fabricados en forma masiva. Dichos procedimientos han ido evolucionando, sobre todo, durante estos últimos tiempos; lo cual ha sido a su vez ocasión para que se pusieran de relieve determinados matrices involucrados en el concepto de calidad.
En este proceso de evolución se distinguen cuatro diferentes etapas:
1950 – 1960. La etapa en la que se cuida la calidad de los productos mediante un trabajo de inspección
1950 – 1970. La etapa en la que se cae en la cuenta de que la atención a la calidad exige observación del proceso a fin de mejorarlo.
1960 – 1970. La etapa en la que, además del mejoramiento del proceso, se percibe la necesidad de asegurar el mejoramiento introducido.
1980 – 1990. Finalmente, la etapa en la que la administración misma redefine su papel con el propósito de que
la calidad del producto sea la estrategia a emplear para tener éxito frente a los competidores.
PRIMERA ETAPA: EL CONTROL DE LA CALIDAD MEDIANTE LA INSPECCIÓN
Esta etapa coincide con el periodo en el que comienza a tener mucha importancia la producción de artículos en serie. Ante esta situación era necesario ver si el artículo, al final de la línea de producción, resultaba apto o no,
para el uso para el que estaba destinado; por eso, en las fábricas se vio la conveniencia de introducir un departamento especial a cuyo cargo estuviera la tarea de inspección. A este nuevo organismo se le denomino departamento de control de calidad. La inspección no solo debe llevarse a cabo en forma visual, si no además con ayuda de instrumentos de medición. Bradford propone métodos de muestreo como ayuda para llevar a cabo el control de calidad, mas no fundamenta sus métodos en la estadística; habla además, de cómo debe organizarse el departamento de inspección.
SEGUNDA ETAPA: EL CONTROL ESTADÍSTICO DE LA CALIDAD.
Shewhart fue el primero en reconocer que en toda producción industrial se da variación en el proceso. Esta variación debe ser estudiada con los principios de la probabilidad y de la estadística. Observo que no pueden producirse dos partes con las mismas especificaciones, lo cual se debe, entre otras cosas, a las diferencias que se dan en la materia prima, a las diferentes habilidades de los operadores y a las condiciones en que se encuentra en equipo. Más aun se da variación aun en las piezas producidas por un mismo operador y con la misma maquinaria. La administración debe tomar en cuanto este hecho, relacionado íntimamente con el problema de la calidad. No se trata de suprimir la variación, - esto resulta prácticamente imposible-, si no de ver que rango de variación es aceptable sin que se originen problemas.
TERCERA ETAPA: EL ASEGURAMIENTO DE LA CALIDAD.
Se caracteriza por dos hechos muy importantes: la toma de conciencia por parte de la administración del papel
que le corresponde en el aseguramiento de la calidad y la implantación del nuevo concepto de control de calidad den Japón. Antes de la década de los cincuenta, la atención se había centrado en el control estadístico del
proceso, ya que en esta forma era posible tomar medidas adecuadas para prevenir los defectos. Este trabajo se consideraba responsabilidad de los estadísticos. Sin embargo, era necesario que quedara asegurado el mejoramiento de la calidad logrado: lo cual significaba que había que desarrollar profesionales dedicados al problema del aseguramiento de la calidad y que, más aun, había que involucrar a todos en el logro de la calidad. Todo lo cual requería un compromiso mayor por parte de la administración. Cuatro son ahora los autores más importantes que figuran W. Edwrads Deming, Joseph Juran, Armand Feigenbaum y Philip B Crosby.
CUARTA ETAPA: LA CALIDAD COMO ESTRATEGIA COMPETITIVA.
En las dos últimas décadas ha tenido lugar un cambio muy importante en la actitud de la alta gerencia con
respecto a la calidad debido, sobre todo, al impacto que, por su calidad, precio y confiabilidad, han tenido los productos japoneses en el mercado. Se trata de un cambio profundo en la forma como la administración concibe
el papel que la calidad desempeña actualmente en el mundo de los negocios. Si en épocas anteriores se pensaba
que la falta de calidad era perjudicial a la compañía, ahora se valora la calidad como la estrategia fundamental
para alcanzar competitividad y, por consiguiente, como el valor más importante que debe presidir
las actividades de la alta gerencia.
OPINIÓN:
La calidad como una herramienta de mejora ya que bien proyectada o propuesta nos brinda una oportunidad de mejorar la posición que se mantiene en el mercado además de que permite conocer la óptica del cliente quien es el único juez valido para certificar la calidad de un servicio o de un bien, los cuales pueden ser: la satisfacción, cero defectos, cumplimiento de requisitos etc., en realidad el comienzo de todo problema nace en la necesidad de mejorar, porque evaluar la calidad solo depende de la percepción de los clientes.
BIBLIOGRAFÍA
Mario Gutierrez, “Administrar para la calidad, conceptos administrativos del control total de calidad, México, Editorial LIMUSA, 2da edición 2003 pg.23-26