El Diagrama de Árbol (DAR) es una herramienta apropiada para contestar a estas preguntas. En la contestación
a las dos primeras aprovecharemos la faceta consistente en su capacidad de generación y/o planificación
de actividades, mientras que en la contestación a la tercera se utiliza como herramienta de análisis de
causa/efecto. En ambas utilizaciones, el Diagrama de Árbol se ocupa en trasladar el proceso desde su nivel
el más amplio y general hasta los niveles de detalle que sean necesarios en el análisis.
El DAR es un método utilizado para representar el conjunto completo de actividades que son necesarias
realizar con el fin de alcanzar un objetivo denominado principal y los objetivos secundarios relacionados con
este. En un contexto general, describe los “métodos” necesarios para conseguir “un objetivo”.
Una de las ventajas de la utilización de esta herramienta es que fuerza al usuario de la misma a analizar las
cadenas lógicas existentes entre todas las actividades relacionadas, evitando de esta forma la tendencia
existente a “saltar” de los objetivos generales a los detalles, sin analizar de forma adecuada los pasos
intermedios, por lo general importantísimos a la hora de alcanzar con éxito el objetivo. También permite
descubrir la existencia de “lagunas” o “solapes” en la cadena lógica y/o en la planificación.
El DAR es una herramienta fundamental cuando sea necesario un conocimiento completo de que es
necesario realizar (métodos), que se desea conseguir (objetivos) y la relación existente entre ellos.
Aunque las aplicaciones prácticas serian, igual que los problemas específicos, infinitos, a
continuación se relacionan una serie de situaciones generales en las que resulta muy útil la utilización de DAR:
1°) Traducir necesidades definidas inadecuadamente (mal o incompletas) en características operativas.
Por ejemplo, un DAR sería útil a la hora de traducir el deseo de adquirir un programa de proceso de textos
“sencillo de utilizar” en cada una de las características de la aplicación informática que contribuirán
a la consecución de este objetivo.
2°) Explorar todas las causas posibles de un problema. Por ejemplo, descubrir los motivos por los que una línea
de productos ha perdido cuota de mercado. Esta aplicación del DAR es muy similar a la del Diagrama de
Causa y Efecto.
3°) Identificar las actividades iniciales a realizar a nivel departamental en la consecución de un objetivo global
de empresa. Por ejemplo, actividades iniciales en el lanzamiento de un programa de Calidad Total.
El DAR es una herramienta muy útil cuando el asunto en cuestión tiene la suficiente complejidad para
justificar su utilización y se dispone del tiempo necesario para su solución. En un caso de parada de una idea
de fabricación a causa de un problema en uno de los componentes que se están integrando, el DAR será útil
en el análisis cuyo fin sea prevenir la ocurrencia de dicho problema en el futuro. Sin embargo no será de utilidad
en la toma de decisión relacionada con la actuación respecto a la parada actual.
BIBLIOGRAFÍA
Las 7 nuevas herramientas para la mejora de la calidad, Jose Francisco Vilar Barrio, Fundación CONFEMETAL,
2da edicion, pg 59,60.
a las dos primeras aprovecharemos la faceta consistente en su capacidad de generación y/o planificación
de actividades, mientras que en la contestación a la tercera se utiliza como herramienta de análisis de
causa/efecto. En ambas utilizaciones, el Diagrama de Árbol se ocupa en trasladar el proceso desde su nivel
el más amplio y general hasta los niveles de detalle que sean necesarios en el análisis.
El DAR es un método utilizado para representar el conjunto completo de actividades que son necesarias
realizar con el fin de alcanzar un objetivo denominado principal y los objetivos secundarios relacionados con
este. En un contexto general, describe los “métodos” necesarios para conseguir “un objetivo”.
Una de las ventajas de la utilización de esta herramienta es que fuerza al usuario de la misma a analizar las
cadenas lógicas existentes entre todas las actividades relacionadas, evitando de esta forma la tendencia
existente a “saltar” de los objetivos generales a los detalles, sin analizar de forma adecuada los pasos
intermedios, por lo general importantísimos a la hora de alcanzar con éxito el objetivo. También permite
descubrir la existencia de “lagunas” o “solapes” en la cadena lógica y/o en la planificación.
El DAR es una herramienta fundamental cuando sea necesario un conocimiento completo de que es
necesario realizar (métodos), que se desea conseguir (objetivos) y la relación existente entre ellos.
Aunque las aplicaciones prácticas serian, igual que los problemas específicos, infinitos, a
continuación se relacionan una serie de situaciones generales en las que resulta muy útil la utilización de DAR:
1°) Traducir necesidades definidas inadecuadamente (mal o incompletas) en características operativas.
Por ejemplo, un DAR sería útil a la hora de traducir el deseo de adquirir un programa de proceso de textos
“sencillo de utilizar” en cada una de las características de la aplicación informática que contribuirán
a la consecución de este objetivo.
2°) Explorar todas las causas posibles de un problema. Por ejemplo, descubrir los motivos por los que una línea
de productos ha perdido cuota de mercado. Esta aplicación del DAR es muy similar a la del Diagrama de
Causa y Efecto.
3°) Identificar las actividades iniciales a realizar a nivel departamental en la consecución de un objetivo global
de empresa. Por ejemplo, actividades iniciales en el lanzamiento de un programa de Calidad Total.
El DAR es una herramienta muy útil cuando el asunto en cuestión tiene la suficiente complejidad para
justificar su utilización y se dispone del tiempo necesario para su solución. En un caso de parada de una idea
de fabricación a causa de un problema en uno de los componentes que se están integrando, el DAR será útil
en el análisis cuyo fin sea prevenir la ocurrencia de dicho problema en el futuro. Sin embargo no será de utilidad
en la toma de decisión relacionada con la actuación respecto a la parada actual.
BIBLIOGRAFÍA
Las 7 nuevas herramientas para la mejora de la calidad, Jose Francisco Vilar Barrio, Fundación CONFEMETAL,
2da edicion, pg 59,60.